La asociación O Xaramelo quiere poner en marcha un cultivo ecológico con plantas como el «millo corvo» o el «garbanzo de vara» – Organizan una feria de intercambio de grano
En la actualidad ya casi nadie planta «millo corvo» o «garbanzos da vara» en O Salnés. Estas variedades se han visto relegadas por otras con mayor rentabilidad comercial y, si dejan de sembrarse, acabarán por desaparecer. Un colectivo de vecinos de Meis se ha propuesto evitarlo, y pone en marcha un banco de semillas de variedades de plantas que en el pasado fueron habituales en el campo arousano, pero que ahora ya casi no se ven en ninguna parte. Con esa simiente harán un cultivo ecológico.
Los vecinos se han integrado en una asociación llamada O Xaramelo. El colectivo existe oficialmente desde finales de 2012 y ayer llevó a cabo su primera actividad pública en el Campo da Feira de Mosteiro. Consistió en una feria de intercambio de semillas, en la que gente de toda la zona dejó las suyas y pudo llevarse otras, gratuitamente. O Xaramelo se quedó con una parte del grano, para plantarlo más adelante en una finca ecológica.
La feria constaba de una mesa para el intercambio de semilla y de varios puestos de comida, plantas medicinales, pomadas y jabones ecológicos, y productos artesanos. Los integrantes de O Xaramelo llevaron simiente de diferentes variedades de calabaza y haba, y conforme iba llegando el público aumentaba la muestra con granos de maíz e incluso de maracuyá, papaya o falso azafrán. La presidenta de la entidad, Sandra Carballa, afirma que este tipo de semillas «forman parte de nuestra riqueza cultural y biológica, pero no solo de los gallegos, sino de todo el mundo, porque si se pierde una variedad es como si se extinguiese una planta o una especie animal».
Si bien en Galicia ya existe una entidad que vela por la conservación de las variedades autóctonas de plantas, como es la Misión Biolóxica, los miembros de O Xaramelo también quieren implicarse en esta tarea, pues al tiempo que ellos crean su banco fomentan los cultivos tradicionales con actividades como la feria de ayer. Así, en la feria reunieron tipos de maíz que hace décadas eran habituales en O Salnés, como el blanco, el «reina», de color rojo, o el «corvo», negro, que llevó un vecino de Meis al que se lo habían dado en Bueu.
También se hicieron con granos de «garbanzos de vara», un haba pequeña que se plantaba en los maizales. «Esos eran unos cultivos de manual de ecologismo -afirma Carballa- porque el pie del maíz permitía crecer al haba, con lo cual no había que estacarla, mientras que ésta produce una sustancia que es beneficiosa para el maíz». El resultado era un fruto muy harinoso, que se utilizaba mucho en el caldo, uno de los platos más consumidos en el rural gallego durante décadas. En los últimos años los «garbanzos de vara» se han visto relegados por la habichuela asturiana, más grande y de mayor valor comercial. «Queremos que la gente plante las semillas, porque si no no vale de nada conservar la simiente y será como si se perdiese la variedad».